Casi sobre el epílogo de la tarde del miércoles, la Unidad que transportaba los restos mortales del destacado y creativo artista, arribó a la ciudad, donde una significativa cantidad de personas y personalidades del ambiente artístico aguardaba para acompañar el traslado hasta el Cementerio Local, ubicado en el Paraje “La Soledad”.
El cortejo cumplió un pedido expreso, el de su última voluntad, que lo despidan con la música que identificó su labor artística: la música retro, de los 80. Por ello, un carro de sonido aportado por EME Servicios se encargó de acompañar a “Woky” en su recorrida final con los intérpretes y bandas de esa época.
Muestras de respeto y cariño se pusieron de manifiesto al paso del vehículo de la empresa prestadora del servicio fúnebre. Espontáneos y cerrados aplausos fueron la mejor forma que muchos tuvieron para devolver el cariño que Woki supo dispensar en sus actuaciones, en sus distintas presentaciones como DJ.
Colegas, comunicadores, artistas, todo el ambiente quiso hacerse presente para despedir a quien sin lugar a dudas se convierte a partir de hoy en la Leyenda del Espectáculo, de la Alegría de la música ochentosa.
En el caer de la tarde, al llegar a su Morada final, al apagarse el brillo de los rayos solares, se encendió el calor y cariño de todos quienes acompañaron al amigo, al compañero de trabajo, al colega, al vecino…
Como el sonido de la última canción, esa que nos marca la ausencia del amigo que se va, resuena esa frase que popularizara “Woky”, como la mejor forma de expresar el reconocimiento a todos, parafraseando a Soda Stéreo, al decir: “Gracias Totales”, hasta el próximo encuentro con la música.
Juan Ramón “Woky” Giglio hasta siempre, Descansa en Paz.
