Un día como hoy, 244 años atrás, una luz emergía en estas latitudes. En un humilde rancho en las costas del Río Uruguay una madre escuchaba el primer llanto de un niño que estaba predestinado a ser grande. Llegó al mundo ñande ru.
Estudioso, respetuoso y disciplinado desde pequeño, supo hacer escuela en España, destacándose como exitoso militar, derrotando al mismísimo Napoleón.
Iniciado Francmasón en la Respetable Logia Integridad de Cádiz en 1808, y exaltado al Sublime Grado de Maestro Masón en la Respetable Logia Caballeros Racionales Nº 3 del mismo oriente, propagó la luz del librepensamiento, y defendió con hidalguía la tríada de principios fundamentales: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Es por ello que, sin importarle fortunas ni títulos personales, se sacrificó entero por la libertad de su Patria, de su continente. Llegó a Buenos Aires el 9 de marzo de 1812, dónde sólo 8 días después le fue reconocido su grado de Teniente Coronel y se le encomendó crear y dirigir un escuadrón de caballería de línea: así surgió el cuerpo más admirable entre los que él comandó, el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El 24 de mayo de 1814, San Martín constituyó la Logia Lautaro de Córdoba, cuya Acta de fundación se conserva, prueba irrefutable de su pertenencia a la Orden Francmasónica; y cinco meses después asumió como Intendente de Cuyo y fundó la Logia Lautaro de Mendoza.
Libertador de Argentina, victorioso en San Lorenzo y tomando al mando el Ejército del Norte. Libertador de Chile luego del glorioso Cruce de los Andes y las claves victorias en Chacabuco y Maipú. Libertador, creador de la bandera y prócer máximo del Perú. Pero, sobre todo, hombre de bien, que trataba a funcionarios, subalternos y civiles como iguales, y que encarnaba las virtudes de inteligencia, rectitud, valor, prudencia y filantropía.
En honor a ello, el Respetable Triángulo Novísima Fraternidad Nº 1145 de Goya, a pesar de la suspensión del acto protocolar municipal, igualmente deposita a los pies del monumento al General José de San Martín una corona de flores, simbolizando que los principios del Libertador siguen vivos y no se dejan vencer por ningún tipo de inclemencia.
Concluyendo, en un día donde agradecemos al Gran Arquitecto del Universo por la lluvia caída del cielo y que ayudará a apaciguar la catástrofe ambiental que estamos viviendo, necesario es recordar al Padre de la Patria, recuperando sus valores, los que sin dudas sirven de ejemplo para todos los argentinos de bien, para construir como hermanos la Patria que soñamos, la Patria que él soñaba.
Honor y gloria a quién es la virtud hecha carne. Honor y gloria al Gran Iniciado.
Querido Hermano Justo.
Maestro Masón.
Secretario del Respetable Triángulo Novísima Fraternidad Nº 1145.
Goya, Corrientes. -